El blog de Elisa Bayo

Ojo

Posted in Y tal y tal by Elisa Bayo on 28 abril 2024

«Te voy a pegar unas hostias que te voy a explotar los ojos y te vas a ir chorreando sangre», le había advertido en público la sujeto A a la objeto B (porque no pienso decir que fue la Alicia a la María Antonia, y menos todavía el pueblo: Porduela).

Durante años, mi hermana y yo hemos comentado recurrentemente la amenaza atroz que entonces se quedó en agua de borrajas. Ea. No tanto por lo salvaje, como por el detallito sádico de «explotar» los ojos. Porque si a ti te dan unas hostias como Dios manda, con partirte la boca -y como mucho un oído- bastaría, ¿no? Pero, ¿Cómo hay que abrir la mano y con qué ángulo y fuerza hay que pegar para reventarte los dos ojos? ¿Y la sangre? ¿Chorrearía por las cuencas? De toda la vida, lo clásico en un guantazo facial es el sangrado de nariz. ¿Por qué dejarla ciega?

Pues así llevamos disertando desde el siglo pasado. Así, hasta ahora.

Ahora, un político ha cogido a un niño, lo ha matado, ensartado, decapitado y dado las extremidades a los perros. Luego, ha salido con la cabeza del pequeño cogida por los pelos, como el que lleva un botijo, dejando un reguero de sangre que tampoco era tanta, pero sí muy escandalosa. Iba entre una nube de periodistas. Caminaba tranquilamente aunque con cuidado de no mancharse mucho las manos (se quitó los guantes después de limpiar el hacha porque los guantes de la leña no pegan con el traje de corbata).

De primeras, los periodistas no se han percatado del muerto, hasta que a unos cuantos les ha salpicado la sangre.

«Disculpe, señor, eso que lleva usted ¿Es una cabeza humana?», pregunta uno.

«Miren, les voy a decir lo que no es: el pábulo de las mentiras conspiranoicas de esos que se esconden tras el bulo». Y el hombre se ha montado en el coche igual de digno, ha llegado al parlamento, dado su discurso con el cráneo del niño sobre el atril y replicado con un «Esa es una absoluta falsedad», cuando desde la bancada contraria le han acusado de infanticida. Aplausos, y pa’ tuiter.

Posteriormente, ya por la vía penal, a pocos les ha conmovido el relato del desvanecimiento de la madre al descubrir en el streaming de la sesión plenaria el fatal destino del hijo. Tampoco las pruebas gráficas, los testigos, ni el rastro de sangre hasta el cadáver desmembrado han podido acreditar la autoría del delito. Ea.

Así que ahora, tras los récords de memes y visualizaciones -y, por ende, de millonarias ganancias de las tecnológicas del dato humano-, insultos e imitaciones, tenemos más cabezas de niños que botijos. ¿No seremos nosotros, mirando con las cuencas de la amenaza cumplida? Ojo.

3 respuestas

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  1. d:D´b:Deíca-r said, on 29 abril 2024 at 7:26

    «¿Cómo hay que abrir la mano y con qué ángulo y fuerza hay que pegar para reventarte los dos ojos?»

    ¡Ojo con el ángulo muerto!

    Un saludo

    • Elisa Bayo said, on 30 abril 2024 at 19:03

      ¡Y con el obtuso!

      • d:D´ said, on 3 May 2024 at 10:55

        :)))´

        (Como en la película «Cadena perpetua»)

        Aunque yo refería algo a ese juego de palabras como consecuencia de la vista que habría que tener con la «tipa» y que como en los vehículos industriales te puede pillar el ángulo muerto. Que, coincidentemente, suele tener qué ver con el obtusángulo. Ése que nadie se espera pero puede aparecer en cualquier caso, así, «como que no lo vi venir»

        :)))´

        Mola

        Su escrito es de fábula; aunque la realidad seguro que lo hubiera sido mucho más


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